Cuando los antiguos marineros de oriente llegaron a esta región en el siglo VIII A. de C. se dirigieron al faro natural que representaba el Peñón y mostraron un gran interés por las amplias cuevas marinas de este lugar. Se sabe que los fenicios y los antiguos griegos visitaron este lugar. Según la leyenda, Hércules pasó por estas tierras para robar el ganado de Gerión, su décimo trabajo, y abrió el Estrecho, creando las columnas que recibieron su nombre.
Estas columnas siguen siendo claramente identificables actualmente: a un lado, el peñón de Gibraltar, y al otro, el monte Musa (Jebel Musa). La leyenda coincide con la realidad científica, aunque la cronología es algo diferente. La apertura del Estrecho se produjo hace unos cinco millones de años, una época en la que no había ningún humano sobre la faz de la Tierra para verlo. Aunque tuvo que ser un acontecimiento realmente espectacular. El Mediterráneo estuvo aislado, completamente rodeado de tierra, durante mucho tiempo y se había evaporado. Posteriormente, a medida que se desarrolló una fisura en el Estrecho, el océano Atlántico derramó sus aguas rellenando la cuenca mediterránea en solo cien años, con una enorme cascada de diez mil pies (unos 3 km) en la entrada del Estrecho.